domingo, 17 de mayo de 2009

Entrevista que le hizo La Vanguardia a Pepita Cedillo

"Soy sorda, no sordomuda"

La lectora Pepita Cedillo nos habla de la realidad de las personas que, aunque no pueden oír, escuchan

Pepita Cedillo, autora del libro 'Háblame a los ojos', escribió, el pasado mes de diciembre, un mail a la redacción de La Vanguardia. Nos pedía que reflexionáramos sobre cómo estábamos utilizando el término 'sordomudos' en algunos de nuestros artículos: "La palabra 'sordomudo', tiene, actualmente para muchos sordos, un sentido peyorativo: el que no habla se parece, históricamente, más a los animales que a las personas. Y los sordos hablamos, con voz y/o en lengua de signos

La reflexión nos pareció interesante y le pedimos que la hiciera extensiva también a nuestros lectores. Con el post 'Soy sorda, no sordomuda', publicado en nuestro blog Página Abierta, Pepita nos citó a algunos autores clásicos que ya habían hablado de los sordos e hizo pública su petición hacia los periodistas: "Me gustaría que este término no se aplicara y que se utilizara la palabra 'sordo', de la que tan orgullosos nos sentimos los que lo somos".

Para hablar de eso, del orgullo de ser sordo y de la necesidad social de acercarnos a esa realidad para mejorar la vida de las personas que no oyen, decidimos entrevistar en profundidad a Pepita. Ella es nuestra lectora destacada, este mes, y con ella hemos aprendido algunas frases en lengua de signos.

- Borramos 'sordomudos'. ¿Hay más términos o expresiones que estemos utilizando sin pensar realmente en lo que significan?
- 'Diálogo de sordos', por ejemplo. ¿Qué significa, que los sordos no somos capaces de entendernos cuando hablamos entre nosotros? ¡Claro que nos entendemos! Hay que distinguir la capacidad de oír de la capacidad de escuchar. Ésta y otras expresiones similares las tenemos muy interiorizadas, hasta los propios sordos las decimos a veces. Por eso pido a los medios de comunicación que contribuyan a reflexionar sobre estas expresiones desajustadas y también acercar la sociedad a la realidad de los sordos. Me gustaría que hubiera un mayor acercamiento conceptual y afectivo…

- Por eso escribió 'Háblame a los ojos'. Leyendo su libro se entiende un poco más la vivencia de ser sordo…
- Trabajo en una escuela con niños sordos. Hablando con otros maestros y con padres de alumnos salió la idea del libro. Yo les contaba vivencias, sentimientos… y ellos me animaron a poner mi experiencia por escrito. El libro es muy personal, narra cómo vive la persona sorda que soy yo, qué siente… eso es algo que no se enseña ni en la escuela ni en la universidad y pienso que puede ser una herramienta muy útil para las familias que tienen hijos sordos, para los profesionales, para los maestros, las logopedas… Espero que les ayude a comprender mejor la complejidad de ser sordo.

- ¿Cuáles son las principales barreras con las que tiene que luchar una persona que no oye?
- Barreras de comunicación. Ir a un hospital y no poderte entender bien con el personal sanitario porque nadie habla en Lengua de Signos; ir a un abogado, querer hacer cualquier gestión administrativa y no entenderte con los funcionarios… Cada vez más el servicio de intérpretes interviene en estas situaciones. Por ejemplo, esta entrevista no se hubiera podido realizar sin la intervención de la intérprete que nos acompaña.

- Cierto. ¿Y no hay leyes para asegurar que las personas sordas sean bien atendidas?
- llevamos mucho tiempo luchando para que haya estas leyes. Hay una ley estatal que reconoce la Lengua de Signos. Y el nuevo Estatuto catalán, en el artículo 50.6, dice que los poderes públicos tienen que garantizar el uso de esta lengua y condiciones que permitan la igualdad de condiciones de las personas que la usan… Una cosa es lo que dice la ley y otra es la aplicación de la misma, porque plantea dificultades de tipo económico o por resistencias en diferentes ámbitos. Piensa que, históricamente, la lengua de signos estuvo prohibida durante mucho tiempo…

- ¿Y entre profesionales la discusión sigue abierta, verdad? Algunos defienden que el niño sordo aprenda la lengua de signos, otros insisten en que tiene que aprender a utilizar la voz…
- Yo apuesto por el bilingüismo. Es decir, el uso de lengua, o lenguas, orales (catalán y/o castellano) y lengua de signos. Sin poder hablar, el niño sordo se puede sentir muy perdido en su entorno cotidiano. Y puede pasar mucho tiempo hasta que aprende a comunicarse con el lenguaje oral. Si se le da la posibilidad de comunicarse en lengua de signos, preguntará más, querrá conocer cosas… y estará más motivado para aprender la lengua hablada. Hemos perdido mucho tiempo con este debate de lengua de signos no, lengua de signos sí… y nos hemos olvidado que lo más importante es ofrecer al niño la posibilidad de entender el mundo que le rodea a través del lenguaje.

- Usted es maestra. Para los niños sordos: ¿escuela específica o integrados en una escuela con oyentes?
- Depende del contexto escolar. Si hay un grupo de 4 o 5 niños sordos por clase, en una escuela compartida con oyentes, me parece más acertado. Si el niño es el único sordo en la escuela es nefasto para él porque no podrá comunicarse bien y ni los profesores ni sus compañeros no entenderán lo que él siente. Hay padres que deciden llevar su hijo sordo a una escuela donde no se utiliza la lengua de signos porque quieren que sea como un oyente. Insisten en que su hijo hable exclusivamente con voz. Así se ve menos que es sordo… Puedo entenderlo, es comprensible, los padres quieren lo mejor para sus hijos. Pero el niño sordo lo pasa mal. Cuando te haces adulto sordo, como es mi caso ahora, lo puedo decir: cuando era pequeña no podía escoger ni lo podía manifestar.

- Y el mensaje que recibe es siempre "tienes que integrarte"...
- Sí. Luego hay personas sordas que no quieren utilizar la lengua hablada porque tuvieron una mala experiencia para acceder al lenguaje oral y por eso reivindican el uso único de la lengua de signos. Es un poco lo que ocurre con los nuevos avances tecnológicos; para mí es positivo que haya un implante o un audífono de tecnología avanzada… pero hay que ir con cuidado. Que la tecnología esté a nuestro servicio y no al revés. Hablar lengua de signos es cultura. No estaría bien perder todo eso porque un aparatito te permite oír un poco mejor (además, nunca será igual que como oye un oyente). De hecho, hay gente no sorda que estudia la lengua de signos, como quien estudia inglés. El saber no ocupa lugar, aunque ocupa tiempo.

- Quiero aprender la lengua de signos... ¿cómo lo hago?
- Si se trata de la Lengua de Signos Catalana lo mejor es contactar con la Federació de Persones Sordes de Catalunya; en su web encontrarás un listado de asociaciones y entidades que organizan cursos. Y para practicar esta bella lengua, puedes entrar en la Webvisual de la Federación. Tienes noticias, entretenimientos, información laboral… y puedes conocer a personas sordas.

- ¿Y unas primeras nociones, ahora?
- ¡Sí, claro, con mucho gusto!



sábado, 11 de abril de 2009

Presentación del trabajo

Bueno, voy a intentar hacer la presentación del trabajo con un vídeo casero

sábado, 31 de enero de 2009

sábado, 24 de enero de 2009

"Cuando era pequeña"

Empieza el libro con una situación bastante clara, se trata de una práctica de escuchar un cuento en un tocadiscos y hacer un resumen de lo que se ha entendido. Está muy claro que la monja no sabe que Pepita es sorda y no va a oir el cuento y por otra parte Pepita disimula su sordera para que no se enfaden con ella y por eso busca la ayuda de sus compañeras mediante la lectura labial a distancia o intentando copiar, pero al no conseguir ni lo uno ni lo otro estalla en una crisis de llanto.
Sigue el libro con una clara comparación entre Pepita y su hermana Mar. Mar ya sabe LSC y tiene contacto con profesores y compañeros sordos y se entera de bastante, por el contrario Pepita sigue desesperada y llorando a escondidas de su madre.
Hay un claro intento de disimular la sordera y hacer como si fuera oyente, mediante la reconstrucción de frases a partir de trozos de palabras a medio entender. también hay un miedo atroz a que los oyentes se enfaden con Pepita, que al final ya no sabe si entiende o no entiende.
Miedo claro en los éxamenes orales, Pepita como todos los sordos pueden contestar las preguntas, pero no pueden saber que preguntan a sus compañeros de clase y así sacar conclusiones.
Delante de la clase de matemáticas solo hay una pizarra y fórmulas como puzzles, lo que nos lleva a no entender y Ppepita acude a su padre que con toda la paciencia del mundo le explica el tema del % y el resto lo pone Pepita.
Pepita está perdida delante de un cambio de profesora, porque esta profesora no la conoce y se acerca a su cara para que le lea mejor los labios, lo que molesta enormemente a Pepita.
Los sordos al igual que Pepita delante de una actividad tipo museo están totalmente perdidos, sucumben al aburrimiento de no enterarse de nada, a menos que se les ponga un guía con LSC, que entonces no paran de preguntar.
Pepita empieza a descubrir el mundo de la LSC y las diferencias con los signos domésticos, también conoce las adaptaciones técnicas para sordos y las ventajas de usar la LSC en cuanto a economía de tiempo, distancia y seguridad....cada vez habla más y mejor con su hermana Mar.
Pepita descubre el placer de leer libros, como se aburre en casa porque su hermana está ocupada con los deberes se pone a leer, mejor dicho a descifrar lo que dice un libro juvenil y va deduciendo significados y el resto se lo pregunta a su madre.
Mar y Pepita emocionadas descubren que la misa es posible en LSC y se inician en el tema asociaciones de sordos, descubriendo un nuevo mundo sin barreras de comunicación.
El sueño de la mujer de la bata blanca, sueño que atormenta a Pepita durante algunos años es debido a la ansiedad de que nos lleven de un lado para otro sin entender absolutamente nada, situación muy común para todos los sordos.
En segundo de educación Especial pepita se da cuenta de que los oyentes aunque estudien el tema sordos no pueden saber como se siente un apersona sorda. Pepita quiere sentirse igual que los oyentes y sobretodo no estar en tensión cuando está con un grupo de oyentes, ella cree que se ha de impartir estudios más profundos sobre comunidad sorda, historia, etc.

viernes, 23 de enero de 2009

"El otro mundo"

Este capítulo me ha resultado muy sorprendente,porque a Pepita le propone la Fesoca que haga un trabajo solicitado por Once sobre hacer encuestas y un censo sobre los sordociegos de Cataluña, Pepita sin ninguna experiencia se lanza al trabajo con decisión y con la ayuda de la trabajadora social de Once y de otra colaboradora, se inicia en el mundo de la sordoceguera, descubriendo como son y como viven las personas sordociegas y porque son sordociegas y que es "Síndrome de Usher" y otros términos bien corrientes en este mundo de sordoceguera que me ha tocado vivir.....que yo sepa el tema no se continua más en el libro....

jueves, 22 de enero de 2009

"Los sordos no son peces"

En este capítulo pepita ya es profesora de niños sordos, lo que siempre ha deseado, pero en Navidad sufre una crisis de ansiedad y depresión y le aconsejan que tome pastillas y vaya a psicoanálisis y así lo hace, hasta que al final se da cuenta de que lo que necesita es un cambio en el sentido de la vida y en escuchar y conocerse a si misma..lo hace y su cambio es radical, ahora ya disfruta pensando y ya no tiene miedo a pensar y cada vez vence más y más barreras y disfruta haciéndolo. También mejoran y mucho las relaciones familiares.
Poco después Pepita descubre que su hermana Mar, también tuvo una gran depresión y con los mismos síntomas y le causa una gran extrañeza ya que consideraba a Mar poco más o menos como indestructible. Mar le explica lo mal que se sintió al dejar la escuela de sordos y cambiar aun colegio de oyentes.
Después las dos hermanas se ponen a refelexionar sobre el mundo del trabajo y que los sordos necesitamos ver a otros sordos trabajando ya sí tener un referente sordo. Mar está entusiasmada con estos temas y se nota un cambio en su actitud, también Pepita ha cambiado mucho desde tener su depresión y sigue con sus lecturas para formarse y ser mejor profesora de sordos.
En este capítulo Pepita conoce al Sr. Ángel Calafell y la Asociación de sordos "Mutua", todo un descubrimiento y el Sr. Calafell le ofrece un trabajo de administrativa y a la vez la forma en el tema federaciones, asociaciones, conferencias, etc y sobretodo en el legado de la cultura sorda que nos han dejado los sordos mayores.
A continuación toca el tema audífonos y habla sobre la libertad de apagarlo para no oir, ya que es muy corriente que el sonido irrite y muchos sordos prefieran ir sin audífono, también se pregunta y me hace gracia, ¿no hay de colores? Yo escribiría todo un tema sobre mi experiencia con el tema audífonos y la frase que me he tenido que comer de que..."casos como tú no hay"..."los fabricantes no hacen para gente como tú" y demás chorradas.
capítulo para hablar de la lectura labial y coincido plenamente con Pepita que solo la lectura no es suficiente, usamos el audífono, la deducción, las frases que conocemos, etc para reconstruit lo que no oímos y con el resultado de equivocarnos muy a menudo. Yo lo que hago es avisar enseguida que soy sordo y veo poco, así la persona ya se sitúa.
También ella habla del tema de esperar en la cola del supermecado o tienda más pequeña. Pepita se siente mal y se aburre.
Los sordos no tenemos paciencia para esperar que los oyentes terminen de hablar, queremos y exigimos que nos hablen y ya y coincide plenamente y yo siempre estoy interrumpiendo y con ganas de hablar yo, pues ya sabemos cual es el motivo...
Ahora Pepita hace un viaje a París y allí acude a ver una obra de teatro donde actua Emmanuelle Laborit, que escribió el famoso libro " el grito de la gaviota", Pepita no entiende la obra ya que es en LSF, pero como es paracida a "Hijos de un Dios Menor", más o menos la entiende, pero se le despiera el deseo de escribir al leer en francés y luego en castellano el libro de la "gaviota" Pepita se lanza a escribir su libro y cada vez se siente mejor.
Pepita entra en el tema intérpretes de LSC, ya que la traducen mal en una conferencia y se ve obligada a usar la voz. Por el contrario los sordos poco competentes en LSC, pienso que se deben sentir igual de mal al tener que usar la LSC y no su voz...¡nos hemos dado cuenta de este hecho? creo más bien que no...

miércoles, 21 de enero de 2009

"Tópicos"

Pepita habla del tema visitas a familiares oyentes, el tema es común para todos los sordos y es la imposibilidad de aguantarse sin entender nada y poniendo buena cara, poco a poco Pepita deja de disimular y muestra claramente su sufrimiento para sorpresa de la familia, que creía que se lo pasaba tan bien.
Otra situación que toca Pepita es el desbarajuste que existía antes en cuanto a aparatos telefónicos en casa, era la época de los Amper, Telescrits, faxes, etc, afortunadamente esta época ya está superada.
Pepita demuestra mucha preocupación por el tema voz de las personas sordas, que casi siempre es desagradable al no poder controlar el tono y el volumen. También se pone a filosofar sobre el tema "escuchar y sordos" y sobretodo de la mal usada frase "diálogo de sordos"
En este nuevo tema, mar y su hermana hablan del tema de oír o mejor dicho de no oír la música y es muy diferente un oyente que ha perdido la audición y ya no podrá oír música que un sordo que nunca ha oído música, ambas situaciones son realmente duras....yo recuerdo canciones y trozos de canciones que ya no puedo oír y muchas veces voy cantando por la calle, en voz baja, claro y si que me duele no poder oír música y en el metro me fijo en la gran cantidad de gente que va escuchando música y tengo sana envidia y una cierta nostalgia, afortunadamente "algo" oigo y si está a toda pastilla mejor y sin problemas de dolor por ruido fuerte, que jamás tengo...
Ahora Pepita habla del tema hermano oyente ayuda a hermano sordo o bien el tema de que los padres cuidan del hijo sordo y lo sobreprotegen creando un sordo inseguro y dependiente, a mi me ha pasado aunque he sido bastante independiente y no he recibido tanta ayuda como para sentirme mal.

jueves, 15 de enero de 2009

Valoración final

Bueno, pues ya he leído todo el libro de Pepita Cedillo y la verdad es que es interesante, se ve muy claramente su evolución como persona sorda, desde su adolescencia tan insegura, hasta el comienzo de su trabajo de profesora de niños sordos.
Me llama la atención que no para de hacerse preguntas y tiene una gran mundo interior, quizás no sea una persona tremendamente simpática, pero es culta y tiene una formación universitaria y un dominio de la LSC y lengua oral muy grande. Yo conozco a ella personalmente y estoy seguro que ella me conoce a mi bien poco, ambos somos sordos universitarios, pero hemos seguido caminos diferentes, sobretodo en lo laboral, pero hay un punto de gran interés y común y es que el primer trabajo de Pepita fue con personas sordociegas y la sordoceguera ahora es mi mundo, al que me entrego y me apasiona, no es nada fácil olvidarse de lo que uno no oye o no ve, para volcarse en ayudar a los demás, yo creo que tanto Pepita como yo, lo estamos consiguiendo.
También me gusta mucho su buena relación con su hermana Mar, es una suerte tener una hermana sorda y que sepa LSC, yo tengo 4 hermanas oyentes y solo ahora una se ha interesado y cursa LSC en Cerecusor, una lástima del tiempo perdido.
Me gusta que las personas sordas escriban libros, pero para mi opinión que toquen temas más amplios, yo doy por sentado la defensa a ultranza de aprender LSC, pero echo en falta más opiniones sobre temas tan candentes como los implantes o por ejemplo las nuevas tecnologías y los sordos y por supuesto.espero libros escritos por personas sordociegas.
En resumen un libro de lectura obligada, pero que requiere una actualizacón a la época y problemas actuales del mundo sordo y sordociego.
¡¡ FELIÇITATS PEPITA!!